Esquema a Utilizar a la hora de Contratar

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Jack Welch nos explica en su libro «Ganar», el sistema que implantó a lo largo de los años para contratar al personal adecuado, en General Electric.

El Esquema de las Cuatro E y una P

Tardo años en concretar este esquema. Sin duda, habrá personas que tengan esquemas también válidos para la elaboración de equipos triunfadores; sin embargo, éste le pareció siempre eficaz, a lo largo de los años, en todos los negocios y países.

La primera E se refiere a la Energía Positiva.

Las personas con energía positiva suelen ser extrovertidas y optimistas. Conversan y hacen amigos con facilidad; empiezan el día con entusiasmo, suelen acabarlo igual y, por lo general, no se cansan en medio. No se quejan de trabajar demasiado; les encanta el trabajo.

También les gusta jugar.

Las personas con energía positiva aman la vida.

La segunda E se refiere a la capacidad de Energizar a otros.

Es la capacidad de animar a otras personas. Aquellos que irradian energía inspiran a su equipo para emprender lo imposible y disfrutar muchísimo del proceso, por lo que muchos lucharían a brazo partido para trabajar con ellos.

Dar energía a otros no consiste únicamente en soltar arengas marciales. Para lograr motivar a los demás hay que poseer un profundo conocimiento del negocio y notables dotes de persuasión.

Un gran ejemplo es Charlene Begley, que empezó en General Electric como directora financiera en prácticas en 1988. Después de pasar algunos años en varios trabajos distintos, Charlene fue seleccionada para dirigir el programa seis sigma de General Electric en el negocio de transporte. Fue allí donde su liderazgo empezó a brillar. Los miembros de su equipo, motivados por el entusiasmo de Charlene, consiguieron que este programa Seis Sigma destacase dentro de la empresa.

Es difícil describir la capacidad de Charlene para energizar porque se compone de diferentes aptitudes. Es una gran comunicadora que puede definir objetivos con claridad; es muy seria con el trabajo, pero no se toma demasiado en serio a sí misma; tiene un gran sentido del humor y comparte los méritos sin esfuerzo. Su actitud es eternamente optimista: por muy difícil que sea una tarea, siempre considera que puede llevarse a cabo.

Esta capacidad para conferir energía al equipo de Seis sigma fue una de las claves que la hicieron destacar, e iniciar así una fulgurante carrera en General Electric. Tras Seis Sigma y un par de experiencias más como líder, fue nombrada responsable del personal de auditoría de General Electric y finalmente directora general de Fanuc Automation. En la actualidad, a los treinta y ocho años, Charlene es directora general y presidenta de la división de ferrocarriles de General Electric, un negocio de 3.000 millones de dólares.

La tercera E se refiere a la Entereza.

A tener el valor de tomar en su momento decisiones complejas. El mundo está lleno de matices. Todos somos capaces de estudiar un asunto desde todos los ángulos, y algunas personas inteligentes pueden analizar tales ángulos infinitamente. No obstante, las personas eficaces saben cuándo deben dejar de evaluar y tomar una decisión difícil, aunque no posean toda la información.

Nada hay peor que un jefe incapaz de tomar una decisión, de los que dicen: “Trae el informe otra vez dentro de un mes y volveremos a estudiarlo”, o aquellos que primero toman una decisión, pero después entra otra persona en un despacho y cambian de idea. A estos tipos inseguros los denominamos jefes “el-último-que-entra-por-la-puerta”.

Algunas de las personas más inteligentes que he contratado a lo largo de los años (muchos de ellos de consultoría) tenían verdaderas dificultades para ser resolutivas, especialmente cuando entraban en operaciones. Siempre veían demasiadas opciones en cada situación, lo que les inhibía a la hora de actuar. Esta falta de entereza mantenía a sus organizaciones en el limbo. Al final, para muchas de ellas esta falta de determinación acaba siendo fatal.

La cuarta E se refiere a Ejecutar.

Es la capacidad de hacer el trabajo. Tal vez esta última parezca obvia, pero la ejecución no es tan sencilla ya que consiste en llevar la teoría a la practica.

Resulta que alguien puede tener energía positiva, transmitirla a todos los que le rodean, tomar decisiones difíciles y sin embargo, no llegar a la línea de meta. Ser capaz de ejecutar es una habilidad especial y concreta: saber cómo llevar las decisiones a la práctica e impulsarlas hasta su conclusión a través de resistencias, caos u obstáculos inesperados. Las personas capaces de ejecutar acciones saben que triunfar es una cuestión de resultados.

Y por último hay que buscar la P final: Pasión.

Con pasión se refiero a tener un entusiasmo profundo, auténtico y sentido por el trabajo. A las personas con pasión les importa sinceramente el éxito de sus colegas, empleados y amigos. Les encanta aprender y crecer y les produce un placer inmenso que los que les rodean sientan lo mismo.

Lo curioso de las personas con pasión es que no suelen entusiasmarse únicamente por el trabajo; tienden a apasionarse por todo. Son unos locos de los deportes, unos defensores a ultranza de su antigua universidad o unos fanáticos de la política.

Tienen vida en las venas.

El objetivo de la contratación es conseguir los jugadores adecuados para disputar el partido. Afortunadamente, hay personas excelentes en todas partes; sólo hay que saber cómo escogerlas.