El Exito es un Viaje, No un Destino

viaje, exito, potencial, avión, paisaje, vuelo, atardecerHe descubierto que frecuentemente a la gente se le hace difícil definir el éxito. Pero sino sabes lo que es el éxito, ¿cómo vas a alcanzarlo? Por eso quiero ayudarte a identificar una definición de éxito que te ayude: el éxito es un viaje.

El éxito es para todos

Mi deseo es que tu descubras que el éxito es para todos: el ama de casa y el hombre de negocios; el estudiante y el que está próximo al retiro; el atleta y el pastor de una iglesia local; el obrero y el empresario.

 El cuadro tradicional del éxito

 El problema para la mayoría de las personas que quieren ser exitosas no es que no puedan alcanzar el éxito. El principal obstáculo es que lo entienden mal. Maltbie D. Babcock dijo:

Uno de los errores más comunes, y el más costoso, es pensar que el éxito se debe a algún genio, a algo mágico o alguna otra cosa que no poseemos. [Retweet]

 ¿Qué es el éxito? ¿Cómo es? La mayoría tiene un cuadro vago de lo que significa ser una persona de éxito y se parece a algo como esto:

 La riqueza de Bill Gates,

el físico de Arnold Schwarzenegger,

(o de Cindy Crawford),

la inteligencia de Albert Einstein,

la habilidad deportiva de Michael Jordan,

las proezas comerciales de Donald Trump,

la gracia y presencia social de Jackie Kennedy,

la imaginación de Walt Disney y

el corazón de la madre Teresa.

Eso suena absurdo, pero está más cerca de la verdad de lo que nos gustaría admitir.

Muchos de nosotros visualiza el éxito con parecerse a otra persona. Pero es obvio que tu y yo no podemos ser algo distinto de lo que somos, y especialmente no podemos ser ocho personas. Más importante que esto: no debes desear tal cosa. Si tratas de ser como una de esas personas, no tendrás éxito. Sería una mala imitación de ellos, y eliminaría la posibilidad de ser la persona que debes ser.

 Cuadro erróneo del éxito

 Aun si evitas la trampa de pensar que el éxito consiste en ser como otra persona, todavía podrías tener un concepto erróneo de lo que es. Francamente, la mayoría de las personas lo mal interpreta. Lo identifican -por error- con algún logro, con alcanzar una meta o cumplir un objetivo. A continuación los conceptos erróneos más comunes acerca del éxito:

 Riqueza

 Posiblemente, el malentendido más común sobre el éxito es pensar que es lo mismo que tener dinero. Muchas personas creen que si acumulan riquezas, serán exitosos. Pero la riqueza no produce satisfacción ni éxito.

 Al empresario John D. Rockefeller, un hombre tan rico que regaló más de 350 millones de dólares durante su vida, se le preguntó una vez cuánto dinero necesitaría para quedar satisfecho. Su respuesta: «Solo un poco más». El rey Salomón, del antiguo Israel, de quien no solo se dice fue el hombre más sabio sino también el hombre más rico que haya existido, afirma: «Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente».

 En el mejor de los casos, la riqueza y lo que esta trae, son cosas fugaces. Por ejemplo:

En 1923, un pequeño grupo de los hombres más ricos del mundo se reunieron en el Hotel Edgewater Beach de Chicago, Illinois. Eran la elite de la riqueza y del poder. En aquel tiempo, ellos controlaban más dinero que la cantidad total existente en el Tesoro de los Estados Unidos. Esta es una lista de los que estuvieron allí y lo que a la larga les ocurrió:

 • Schwab, presidente de la industria independiente de acero más importante: murió en la bancarrota.

• Arthur Cutten, el más grande de los especuladores de trigo: murió insolvente en el extranjero.

• Richard Witney, presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York: murió poco después de ser puesto en libertad de la prisión de Sing Sing.

• Albert Fall, miembro del gabinete de un presidente de los Estados Unidos: se le indultó de la prisión para que muriera en su hogar.

• Jess Livermore, el «oso» más grande de Wall Street: se suicidó.

• Leon Fraser, presidente del Bank of International Settlements: se suicidó.

• Ivar Kreuger, jefe del monopolio más grande del mundo: se suicidó.

Hasta el millonario griego, Aristóteles Onassis, que conservó su riqueza y murió a edad avanzada, reconoció que el dinero no es equivalente al éxito. El sostuvo que «después que llegas a cierto punto, el dinero pierde importancia. Lo que importa es el éxito».

 Un sentimiento especial

Otro concepto equivocado es que una persona ha alcanzado el éxito cuando se siente exitosa o feliz. Pero tratar de sentir el éxito es probablemente más difícil que tratar de hacerse rico. Miremos, por ejemplo, al magnate de bienes raíces Donald Trump. Él dijo:

La verdadera medida del éxito es cuán feliz eres. Tengo muchos amigos que no tienen mucho dinero, pero son mucho más felices que yo, de modo que puedo decir que probablemente son más exitosos. [Retweet]

Trump, a quien muchos consideran exitoso, cree que la felicidad es el éxito.

Quizás sus felices amigos piensen que él es quien ha tenido éxito. Esta creencia demuestra que muchas personas igualan el éxito con lo que no tienen.

La búsqueda continua de la felicidad es una de las principales razones por la que muchas personas se sienten miserables. Si haces de la felicidad tu meta, estás destinado a un fracaso seguro. Estarás continuamente en una montaña rusa, y pasarás del éxito al fracaso con cada cambio de humor. La vida es incierta y las emociones inestables. No se puede descansar en la felicidad como la medida del éxito.

 “Si hace de la felicidad su meta, ciertamente está destinado a fracasar”

 Posesiones específicas y valiosas

 Piense en el pasado, en su niñez. Es posible que haya habido momentos en los que deseó algo con todo el corazón, y creyó que si lo obtenía, esto haría una diferencia importante en su vida. Probablemente una bicicleta, un balón, o alguna otra cosa que proporcione aparentemente felicidad.

 El éxito nunca ha llegado como resultado de poseer algo que deseé. En el mejor de los casos, las posesiones son un activo temporal. El éxito no se alcanza ni se mide de esa manera.

 Poder

Charles McElroy bromeó en una ocasión: «El poder es usualmente reconocido como un excelente antidepresivo de corta duración». Esa afirmación contiene una gran dosis de verdad, pues el poder suele dar la apariencia de éxito, pero aún así, es solo transitoria.

Quizás haya escuchado antes la cita del historiador inglés Lord Acton: «El poder tiende a corromper; el poder absoluto corrompe absolutamente». Abraham Lincoln hizo eco de esa creencia cuando dijo: «Casi todo hombre puede resistir la adversidad, pero si quieres probar el carácter de un hombre, dale poder». El poder es realmente una prueba de carácter.

En manos de una persona íntegra, es un gran beneficio; en manos de un tirano, causa una terrible destrucción. En sí mismo, el poder no es positivo ni negativo.

No es fuente de seguridad ni de éxito. Además, todos los dictadores -aun los benevolentes- eventualmente pierden el poder.

 Logro

Muchos tienen lo que llamo la «enfermedad del destino». Creen que si llegan a alguna parte-obtienen una posición, alcanzan una meta o tienen una relación con la persona adecuada-serán exitosos. En algún momento, tuve una opinión similar del éxito. Lo definía como el logro de una meta predeterminada que valía la pena. Pero con el paso del tiempo comprendí que esa definición se quedaba corta.

 No hay dos personas que tengan el mismo cuadro de lo que es el éxito

 El simple hecho de alcanzar unas metas no garantiza el éxito ni la satisfacción. Mire lo que ocurrió con Michael Jordan. Hace unos años atrás, decidió retirarse del baloncesto, diciendo que había logrado todas las metas que se había propuesto. Entonces se fue a jugar béisbol en las ligas menores, pero no por mucho tiempo.

 No podía estar alejado del baloncesto. Jugar el juego, estar en medio de la acción, era lo importante. ¿Puede verlo? El éxito no es una lista de metas que se van tachando una tras otra. No es llegar a un destino.

 El éxito es un viaje.

 El cuadro correcto del éxito

 Entonces, ¿Cómo iniciar el viaje del éxito? ¿Qué se necesita para ser exitoso? Se necesitan dos cosas: el cuadro correcto del éxito y los principios correctos para alcanzarlo.

No hay dos personas que tengan el mismo cuadro de lo que es el éxito porque hemos sido creados diferentes, somos individuos únicos. Sin embargo, el proceso es el mismo para todos. Se basa en principios que no cambian. Después de más de veinticinco años de conocer a gente exitosa y de estudiar el tema, he definido el éxito de la siguiente manera:

 Nunca agotará la capacidad de crecer en pos de su potencial ni agotará las oportunidades de ayudar a otros

  Éxito es…  Conocer su propósito en la vida, crecer para alcanzar su máximo potencial, y sembrar semillas que beneficien a los demás.

 Con esta definición usted puede ver por qué el éxito es más un viaje que un destino. No importa cuánto viva ni lo que haya decidido hacer en la vida, nunca agotará la capacidad de crecer en pos de su potencial ni agotará las oportunidades de ayudar a otros.

 Cuando ve el éxito como un viaje, nunca tendrá el problema de tratar de «llegar» a un engañoso destino final. Y nunca se encontrará en una posición donde haya alcanzado una meta, solo para descubrir que aún está insatisfecho y buscando algo más que hacer.

 Otro beneficio de enfocarse en el viaje del éxito en lugar de en llegar a un destino o en lograr una meta es que usted tiene el potencial de ser exitoso hoy. Usted alcanza el éxito en el mismo momento en que hace el cambio para descubrir su propósito, crecer en su potencial y ayudar a otros. Usted es exitoso ahora mismo, no es algo que espera lograr algún día.

 Para que pueda captar mejor estos aspectos del éxito, démosle un vistazo a cada uno de ellos:

 Conocer su propósito

 Nada puede tomar el lugar del conocimiento del propósito. El millonario industrial Henry J. Kaiser -fundador de Kaiser Aluminium y del sistema de cuidado de salud Kaiser- Permanente- dijo: «Hay una abrumadora evidencia que indica que no puedes comenzar a lograr lo mejor de ti a menos que hayas establecido algún objetivo para tu vida».

 Dicho de otro modo, si usted no trata activamente de descubrir su propósito, posiblemente gaste el resto de su vida cometiendo errores.

Creo que Dios hizo a cada persona con un propósito. Según el psicólogo Víctor Frankl: «Cada uno tiene su vocación o misión específica en la vida. Cada cual tiene que llevar a cabo una tarea concreta que exige cumplimiento. En esto la persona no puede ser reemplazada ni se puede repetir su vida. Por lo tanto, la tarea de cada uno es tan única como específica la oportunidad para realizarla».

 Cada uno tiene un propósito para el cual fue creado. Nuestra responsabilidad -y nuestro mayor gozo- es identificarlo.

 A continuación algunas preguntas que usted puede hacerse para identificar su propósito:

 ¿Qué estoy buscando? Todos tenemos un poderoso deseo en lo profundo de nuestro corazón, algo que afecta nuestros pensamientos y sentimientos más íntimos, algo que enciende nuestras almas. Algunas personas, desde niños, tienen una fuerte sensación de lo que se trata. A otros, les lleva media vida llegar a descubrirlo. Pero no importa lo que sea, está allí. Usted solo tiene que encontrarlo. (En el próximo capítulo hablaré más sobre el desarrollo del sueño que tiene en su interior).

 ¿Por qué fui creado? Cada uno de nosotros es diferente. Nadie más en el mundo tiene exactamente los mismos dones, talentos, antecedentes o futuro. Esa es una de las razones por la que sería un grave error tratar de ser alguien distinto a quien usted es.

 Piense en su combinación única de capacidades, en los recursos que tiene a su disposición, en su historia personal y las oportunidades que le rodean. Si identifica objetivamente estos factores y descubre el deseo de su corazón, habrá hecho mucho por descubrir su propósito en la vida.

 ¿Creo en mi potencial? Usted no puede actuar consistentemente en una manera que contradiga la imagen que tiene de sí mismo. Si no cree tener un potencial, nunca tratará de ponerlo en funcionamiento. Si no está dispuesto a trabajar para alcanzar su potencial, no tendrá éxito.

 La respuesta a la pregunta

 «¿cuándo empiezo?» es AHORA.

 Debe tomar en cuenta el consejo del presidente Teodoro Roosevelt, quien dijo: «Haz lo que puedas, con lo que tienes, donde estás». Si usted hace esto con sus ojos puestos en el propósito de su vida, ¿qué más se puede esperar de usted?

Algunas personas viven sus vidas de día en día, permitiendo que otros dicten lo que hacen y cómo deben hacerlo. Nunca tratan de descubrir el verdadero propósito para su vida. Otros conocen su propósito, sin embargo, nunca actúan en conformidad con él. Esperan la inspiración, el permiso o la invitación para comenzar. Pero si esperan mucho, nunca se van a poner en marcha. Así que la respuesta a la pregunta «¿cuándo empiezo?» es AHORA.

 Cómo cultivar su potencial

 El novelista H. G. Wells sostuvo que la riqueza, la notoriedad, la posición y el poder no son de ningún modo una medida para el éxito. La única medida verdadera del éxito es la relación entre lo que podríamos haber sido y lo que hemos llegado a ser. En otras palabras, el éxito viene como resultado de la manera en que cultivamos nuestro potencial.

 Se ha dicho que nuestro potencial es lo que Dios nos ha regalado, y lo que hacemos con él es nuestro regalo a Dios. Pero al mismo tiempo, nuestro potencial es probablemente el recurso sin utilizar más grande que tenemos. Henry Ford señaló: «No hay hombre viviente que no pueda hacer más de lo que piensa que puede».

 Tenemos un potencial casi ilimitado, sin embargo, son muy pocos los que procuran alcanzarlo. ¿Por qué? La respuesta es: Podemos hacer cualquier cosa, pero no podemos hacerlo todo. Muchas personas dejan que quienes le rodean decidan su agenda en la vida.

Como resultado, nunca se dedicarán realmente a su objetivo en la vida. Se convierten en personas de muchos oficios -expertos en ninguno en lugar de enfocarse en uno solo.

Si esto lo describe mejor de lo que le gustaría, probablemente esté listo para dar los pasos para hacer un cambio. A continuación hay cuatro principios que lo pondrán en el camino para cultivar su potencial:

 1. Concéntrese en una meta principal

 Jamás nadie ha alcanzado su potencial dividiéndose en veinte direcciones distintas.

 Alcanzar su potencial requiere enfoque. Por eso es importante que descubra su propósito.Una vez ha decidido dónde enfocar su atención, entonces debe decidir a qué cosas debe renunciar para alcanzarlo. Esto es fundamental. No puede haber éxito sin sacrificio. Las dos cosas van de la mano. Si quiere lograr poco, sacrifique poco. Si quiere lograr grandes cosas, esté dispuesto a sacrificar mucho.

 2. Concéntrese en un mejoramiento continuo

 A David D. Glass -principal oficial ejecutivo de las tiendas Wal-Mart- le preguntaron a quién admiraba más. Respondió que a Sam Walton, fundador de Wal-Mart. Destacó: «Desde que lo conocí, nunca hubo un día en su vida que no mejorara en algún sentido».

 La dedicación a un progreso continuo es la clave para alcanzar su potencial y tener éxito. Cada día usted puede ser un poco mejor que ayer. Esto lo coloca a un paso más cerca de su potencial. También encontrará que lo que obtiene como resultado de su crecimiento no es tan importante como lo que usted llega a ser a lo largo del camino.

 3. Olvide el pasado

Jack Hayford, pastor de Church on the Way [Iglesia del Camino], de Van Nuys, California, comentó: «El pasado es un asunto muerto, y no podemos impulsarnos hacia el mañana si lo llevamos a cuestas». Desdichadamente, eso es lo que mucha gente hace. Y como resultado, nunca progresan.

 Me gusta la actitud de Cyrus Curtis, ex propietario del Saturday Evening Post. En su oficina tenía un letrero que decía: «El ayer terminó anoche». Era un recordatorio para él y para sus empleados de que el pasado había quedado atrás y que debían mirar solo hacia adelante.

Quizás usted haya cometido muchos errores o haya tenido un pasado con muchos obstáculos y especialmente difícil. Ábrase camino a través de ellos y avance. No permita que el pasado le impida alcanzar su potencial.

 Si necesita inspiración, piense en personas que vencieron obstáculos aparentemente insuperables, como Booker T. Washington. Booker nació en esclavitud, y se le negaron los recursos que la sociedad blanca tenía a su disposición, pero él nunca permitió que esto le impidiera buscar su potencial.

 Fundó el Instituto Tuskegee, y la National Black Business League [Alianza Nacional para Asuntos de los Negros]. Washington dijo: «Aprendí que el éxito debe ser medido no por la posición que uno haya alcanzado en la vida sino por los obstáculos que se hayan superado tratando de tener éxito».

 Piense en Hellen Keller, quien perdió la vista y la audición a los diecinueve meses de edad. Venció sus graves incapacidades, logró graduarse del Colegio Radcliffe, se hizo escritora, una reconocida conferencista, y heroína para las personas ciegas.

 Piense en Franklin Delano Roosevelt. En 1921, a los treinta y nueve años, sufrió de una caso grave de poliomielitis que lo dejó inválido y sumido en un terrible sufrimiento. Nunca más pudo caminar sin ayuda. Pero esto no le impidió avanzar en la búsqueda de su potencial. Ocho años después fue gobernador de Nueva York, y en 1932, fue elegido presidente de los Estados Unidos.

 Sin duda usted puede pensar en otras personas que han vencido tragedias o errores del pasado para alcanzar su propio potencial. Quizás hasta conozca a alguien que luchó contra la adversidad hasta alcanzar el éxito. Permita que ellos le inspiren. No importa lo que haya tenido que enfrentar en el pasado, usted tiene el potencial para vencerlo.

 4. Concéntrese en el futuro

 Yoghi Berra, miembro del Salón de la Fama del Béisbol, dijo: «El futuro no es lo que solía ser». Aunque quizás esto sea cierto, es todavía el único sitio adonde podemos ir. Su potencial está delante de usted, así tenga ocho, dieciocho, cuarenta y ocho u ochenta años.

 Todavía tiene espacio para mejorar. Mañana usted puede ser mejor de lo que es hoy. Como dice el proverbio: «El que no mira hacia adelante, se queda atrás».

 Siembre semillas que beneficien a otros

Cuando usted conoce el propósito de su vida y está creciendo para alcanzar su máximo potencial, está en camino a ser exitoso. Pero hay una parte esencial en el viaje al éxito: ayudar a otros. Sin este aspecto, el viaje puede ser una experiencia solitaria y superficial.

 Nos ganamos la vida con lo que recibimos, pero hacemos la vida con lo que damos

Se ha dicho que nos ganamos la vida con lo que recibimos, pero hacemos la vida con lo que damos. El médico, teólogo y filósofo Albert Schweitzer lo afirmó con mayor ímpetu:«El propósito de la vida humana es servir, mostrar compasión y ayudar a los demás». Para él, el viaje al éxito lo llevó a África, donde sirvió por muchos años.

 En su caso, quizás el sembrar semillas que beneficien a otros no significará viajar a otro país para servir a los pobres; a menos que este sea el propósito para que el que usted nació. (Y si es así, no estará satisfecho hasta que lo esté haciendo). Sin embargo, si usted es como la mayoría de las personas, ayudar a otros es algo que puede hacer en su propia nación, sea pasando más tiempo con su familia, ayudando al desarrollo de un empleado que muestra potencial, ayudando a personas en su comunidad, o posponiendo sus deseos por amor a su equipo de trabajo. La clave es encontrar su propósito y ayudar a otros mientras procura cumplirlo.

 El animador Danny Thomas insistía en que «todos hemos nacido por una razón, pero no todos descubrimos el porqué. El éxito en la vida nada tiene que ver con lo que ganas en ella o logras para ti. Es lo que haces por los demás».

 El viaje del éxito no se verá igual para todos pues el cuadro del éxito es diferente para cada persona. Pero los principios usados para emprender el viaje no cambian. Se pueden aplicar en el hogar, en la escuela, en la oficina, en el campo de juego y en la iglesia.

 De eso trata el resto de este libro: los principios que pueden ayudarle a conocer su propósito, a crecer en su potencial y a sembrar semillas que beneficien a los demás. No importa dónde se encuentre ahora. Usted puede aprender y aplicar estas ideas. ¡Puede ser exitoso hoy!

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