Superando los Obstáculos (8)

[box type=»info»]Este es el Octavo Artículo perteneciente a la Serie «Padre Rico, Padre Pobre» de Robert Kiyosaki.[/box]

Existen obstáculos para ser independientes (financieramente hablando), que las personas tienen que enfrentar; una vez se ha estudiado finanzas y se ha especializado en ellas. Hay muchas razones por las cuales las personas no desarrollan columnas de activos abundantes, pero definitivamente son cinco las principales según Robert Kiyosaki:

superando obstáculos, esfuerzo, perseverancia,

Razón Nº 1. Superación del miedo a perder dinero.

Nunca conocí a alguien a quien realmente le guste perder dinero. Pero el miedo no es el problema. Es de qué forma maneja usted el miedo. La diferencia principal entre una persona rica y una pobre, radica en la forma en que manejan ese miedo. 

Mi padre rico entendía las fobias en relación al dinero. «Algunas personas tienen terror a las serpientes. Algunos tienen terror a perder dinero. Ambas son fobias», decía.

El nos decía constantemente que la razón principal de la falta de éxito financiero era que la mayoría de las personas juegan demasiado sobre lo seguro. «La gente tiene tanto miedo de perder, que pierde», eran sus palabras.

Fran Tarkenton, un grandioso lanzador de la Liga Nacional de Fútbol Americano, lo dice de otra forma:

Ganar implica no tener miedo a perder. [Retweet]

Padre rico solía contarnos historias de sus viajes a Texas. «Si realmente quieren aprender la actitud de cómo manejan el riesgo, las pérdida; los fracasos, vayan a San Antonio y visiten el Álamo. El Álamo es magnífico relato de gente valiente que eligió pelear, sabiendo que, circunstancias tan abrumadoras, no había esperanzas de triunfar. Eligen morir antes que rendirse. Es una historia inspiradora digna de estudiada, no obstante ser una trágica derrota militar. Les patearon trasero. Un fracaso, si prefieren. Perdieron. Así que ¿cómo manejan fracaso los tejanos? Ellos todavía gritan ¡Recuerden el Álamo!”

Mike y yo escuchamos varias veces esta historia. Siempre nos la contaba cuando estaba a punto de involucrarse en un gran negocio y se sentía nervioso. Cada vez que temía cometer un error o perder dinero, la contaba. Le daba fuerza, porque le recordaba que siempre podría transformar una pérdida en un éxito financiero.

Pero, probablemente, las palabras que significan más para mí son «los tejanos no entierran sus fracasos. Se inspiran con ellos. Toman su fracasos y los transforman en llantos estimulantes. El fracaso los inspira a convertirse en ganadores. Pero esa fórmula no es sólo de los tejano: Es la fórmula de todos los ganadores”.

La principal razón por la que el 90 por ciento del público norteamericano lucha financieramente, es porque juegan a no perder, en lugar de jugar para ganar.

Estas personas se dirigen a su planificador financiero, o a su contador, o a su agente de bolsa, y compran un portafolio equilibrado. Muchos de ellos tienen buena cantidad de dinero en fondos comunes, bonos de bajo rendimiento, plazos fijos, que pueden ser negociados dentro de una familia de fondos comunes, y unos pocos paquetes de acciones individuales. Es un portafolio seguro y sensible. Pero no es un portafolio ganador. Es el portafolio de alguien que juega a no perder.

 No me malinterpreten. Sin duda eso es mejor que el portafolio del 70 por ciento restante de la población, y esto es aterrador. Porque un portafolio seguro es mucho mejor que ninguno. 

Si usted tiene poco dinero y desea ser rico, primero debe «enfocarse», no «equilibrarse». Thomas Edison, no estaba balanceado. Estaba enfocado. Bill Gates no estaba balanceado, estaba enfocado. Donald Trump está enfocado. George Soros está enfocado.

Digo todo esto, mencionando a Texas y a Fran Tarkenton, porque acumular en la columna del activo es fácil. Es realmente un juego de baja aptitud. No requiere de demasiada formación. Con matemática de quinto grado es suficiente. Pero arriesgar la columna del activo es un juego de alta aptitud. Se necesita estómago, paciencia y una gran actitud frente al fracaso. Los perdedores evitan el fracaso. Y el fracaso transforma perdedores en ganadores. Tan sólo recuerden el Álamo. 

Razón Nº 2. Superar el cinismo.

A todos nos sale una gallinita cuando el miedo y la duda nublan nuestros pensamientos.

Todos tenemos dudas. «No soy inteligente». «No soy lo suficientemente bueno».

«¿Y si la economía colapsa después de que yo invierta?».

O tenemos amigos o seres queridos que nos recordarán nuestros defectos sin importar

lo que estemos preguntando. Generalmente dicen, «¿Qué te hace pensar que puedes hacer eso?». O, «si es una idea tan genial, ¿cómo es que no se le ocurrió a alguien más?». O, «eso nunca funcionará. No sabes de qué estás hablando». Estas palabras de duda a menudo se hacen tan fuertes que nos impiden actuar. Se genera un sentimiento horrible en nuestro estómago. A veces no podemos dormir. No avanzamos. Y así nos quedamos con lo que es seguro, y las oportunidades nos pasan de largo.

En otro ejemplo, puse una pequeña porción de mi activo en certificados de garantías sobre deudas impositivas, en lugar de plazos fijos. Gané 16 por ciento por año sobre ese dinero, lo que ciertamente superaba al 5 por ciento ofrecido por el banco. Los certificados tenían garantías de bienes inmuebles, reforzadas por las leyes del estado, lo que también era mucho más que lo ofrecido por el banco. La fórmula dentro la cual son comprados los hace seguros. Sólo carecen de liquidez. Así que los vi como plazos fijos de 2 a 7 años. Casi siempre que le digo a alguien, especialmente alguien que tenga dinero en plazos fijos, que he invertido mi dinero de esta manera, me dicen que es riesgoso. Me advierten porqué yo no debería hacerlo. Cuando les pregunto de dónde obtienen la información, contestan que de un amigo, o de una revista de inversiones.

Nunca lo hicieron, pero le están diciendo a alguien que lo está haciendo, por qué no debería hacerlo. El menor rendimiento que espero es 16 por ciento, pero la gente que está llena de dudas se conforma con un 5 por ciento. La duda es cara.

Mi punto es que son esas dudas y ese cinismo lo que hace que la mayoría de la gente continúe pobre y apostando sobre seguro. El mundo real, simplemente, lo está esperando para que se haga rico.  «Los cínicos nunca ganan», decía papá rico. «Las dudas y miedos no chequeados, crean a un cínico. Los cínicos critican, y los ganadores analizan»

«Los `yo no quiero’ retienen la llave de su éxito», decía padre rico.

En el mercado de valores, escucho a menudo gente que dice, «N quiero perder plata». Bueno, ¿qué les hace creer que yo o cualquier otra persona sí? No ganan dinero porque eligen no perderlo. En lugar d analizar, cierran sus mentes a otro poderoso vehículo inversor: el mercad de valores.

Me encontraba cabalgando con un amigo pasando por la estación de servicio de nuestro vecindario. El levantó la vista y vio que el precio del combustible estaba subiendo. Mi amigo e una verruga de preocupación o un «Gallinita». Para él, el cielo siempre se está por caer, y generalmente se cae, ¡sobre él! Cuando volvimos a casa, él me mostró todas las estadísticas que mostraban los motivos por los cuales el precio de los combustible; subiría en los próximos años. Estadísticas que yo jamás había vista aunque yo ya era dueño de una substancial porción de acciones de una compañía de combustibles existente. Con esa información, comencé inmediatamente a buscar, y encontré una nueva compañía de combustibles subvaluada que estaba a punto de descubrir unos yacimiento; petroleros. Mi agente estaba entusiasmado con esta nueva compañía, así compré 15.000 acciones a 65 centavos por acción.

 En febrero de 1997, este mismo amigo y yo pasamos por la misma estación de servicio, y desde luego el precio del galón había subido cerca de un 15 por ciento. Otra vez, «Gallinita» tuvo miedo y se quejó.

Yo sonreí porque, en enero de 1997, esa compañía pequeña dio un aumento en los combustibles, y esas 15.000 acciones subieron a más de 3 dólares por acción, a partir del momento en que él me había dado el primer indicio. Y si mi amigo está en lo cierto, el precio del combustible continuará subiendo. 

Papá rico me dio una forma de ver a «Gallinita»: «tan sólo haz lo que hizo el Coronel Sanders». A la edad de 66 años, perdió su negocio y empezó a vivir del cheque de Seguridad Social. Pero no era suficiente. Entonces salió a recorrer el país tratando de vender su receta de pollo frito. Lo rechazaron 1.009 veces antes de que alguien le dijera «sí». Y él se convirtió en millonario a una edad en la que la mayoría de las personas están abandonando. «El era un hombre valiente y tenaz», decía papá rico acerca de Harlan Sanders.

Así que cuando se encuentre en duda, y sintiéndose un poco temeroso, simplemente haga lo que el Coronel Sanders hizo con su «Gallinita»: ¡la frió! 

Razón Nº 3. Pereza.

La gente más activa es a menudo la más perezosa.

Muchos de nosotros crecimos pensando que la ambición o el deseo eran malos. «La gente ambiciosa es gente mala», solía decir mi mamá. Pero sin embargo, todos tenemos dentro de nosotros esas ansias de tener cosas lindas, nuevas o excitantes. Así que para mantener esa emoción de deseo bajo control, los padres a menudo encuentran formas de suprimir ese deseo con la culpa.

«Tú sólo piensas en ti mismo. ¿No sabes que tienes hermanos y hermanas?» era una de las favoritas de mamá. O «¿qué es lo que quieres que te compre?» era la favorita de mi papá. «¿Piensas que estamos hechos de dinero? ¿Crees que el dinero crece en los árboles? No somos gente rica, ya sabes”.

No eran tanto las palabras en sí, sino la culpa entrampada con el enojo que iba en ellas, lo que me llegaba.

O a  la inversa de la culpa entrampada era «estoy sacrificando mi vida para comprarte esto. Te lo estoy comprando porque yo nunca tuve esa posibilidad cuando era niño». 

Padre rico prohibía las palabras «no puedo permitirme esto». En mi casa verdadera, eso era lo único que yo escuchaba. En lugar de eso, papá rico requería que sus hijos dijeran «¿Cómo puedo hacer para pagar esto?».

Pero más importante aún, él sentía que las palabras «no puedo pagar esto» eran una mentira. Y el espíritu humano lo sabía. «El espíritu humano es muy, muy poderoso», decía. «Sabe que puede hacer cualquier cosa».

El problema que percibo en la actualidad, es que hay millones de personas que sienten culpa por sus ambiciones. Ese es un viejo condicionamiento que viene de su niñez. Desean tener las cosas más finas que ofrece la vida. Muchos han sido condicionados subconscientemente para decir «no puedes tener eso», o «nunca podrás pagarlo».

De manera que ¿cómo vence usted a la pereza? La respuesta es, con un poco de ambición.

Demasiada ambición, sin embargo, como cualquier cosa en exceso, no es buena. Pero sólo recuerde lo que Michael Douglas decía en la película Wall Street. «La ambición es buena». Padre rico lo decía en una forma diferente: «La culpa es peor que la ambición. Porque priva al cuerpo de su alma». Y, para mí, Eleanor Roosevelt era la que mejor lo decía: «Haz lo que sientas en tu corazón que es correctoporque de todas maneras te criticarán. Tanto te condenarán si lo haces, como si no lo haces».

Razón Nº 4. Hábitos.

Nuestras vidas son un reflejo de nuestros hábitos.

«¿Cuándo paga tu padre sus cuentas?», me preguntó.

«El primer día del mes»,contesté.

«¿Y le queda algo?», preguntó.

 Dije, «muy poco».

«Esa es la principal razón de sus luchas», dijo papá rico. «Tiene un mal hábito».

«Tu padre le paga a todos primero. Y a sí mismo último, pero solamente si le queda algo”.

«Lo que habitualmente no sucede», dije. «Pero él tiene que pagar sus cuentas, ¿no? ¿Estás diciendo que él no debería pagar sus cuentas?”

«Por supuesto que no», respondió. «Creo firmemente en pagar mis cuentas a tiempo. Sólo que me pago primero a mí mismo. Inclusive antes de pagarle al gobierno”.

«Pero, ¿y qué pasa si no tienes suficiente dinero?» pregunté. «¿Qué haces entonces?”

«Lo mismo», dijo papá rico. «Aún en ese caso me pago primero a mí mismo. Aunque ande escaso de dinero. La columna de mis bienes es por lejos más importante para mí, que el gobierno”.

«Pero», dije, «¿no vienen tras de ti?”

«Vienen si no pagas», contestó. «Mira, yo no dije no pagar. Dije solamente pagarme primero a mí, incluso si estoy corto de dinero”.

«Pero», repliqué, «¿cómo lo haces?”

«No se trata de cómo. La pregunta es por qué», dijo.

«OK, ¿por qué?”

«Motivación», dijo papá rico. «¿Quién piensas que va a protestar más fuerte si no le pagas: yo, o mis acreedores?”

«Tus acreedores definitivamente gritarán más fuerte que tú», le dije, respondiendo lo obvio. «Tú no dirías nada si no te pagas a ti mismo”.

«Ya ves, así, después de pagarme a mí mismo, la presión de pagar mis impuestos y a los otros acreedores es tan grande, que me fuerza a buscar otras formas de ingreso. La presión por pagar se convierte en mi motivación.

«¿De manera que es el miedo al gobierno o a las otras personas quienes les debes dinero, lo que te motiva?”

«Así es», dijo papá rico. «Mira, los recaudadores del gobierno soy grandes matones. En general, todos los que controlan el pago de cuenta lo son.

Razón Nº 5. Arrogancia. La arrogancia, es ego más ignorancia.

«Lo que sé, me da dinero. Lo que no sé, me hace perderlo. Cada vez que he sido arrogante, perdí plata. Porque cuando soy arrogante, estoy creyendo verdaderamente que lo que yo no sé, no es importante», me decía a menudo papá rico.

Existen muchas personas en el mundo del dinero, las finanzas y las inversiones, que no tienen ninguna idea en absoluto acerca de lo que están hablando.

Cuando usted sepa que es ignorante en algún asunto, comience por educarse buscando algún experto en ese campo, o compre un libro sobre el tema.

 ¿Y tu quieres superar tus obstáculos?