4 Características a Buscar para Contratar a un Lidder

liderazgo, contratar, lider, equipoEn el libro «Ganar» Jack Welch nos explica el método que ocupo para contratar personal en General Electric, y para ello existen cuatro características para encontrar a un líder.

En toda empresa es necesario contratar a un líder de categoría superior, alguien que va a dirigir una división importante o una compañía entera. En tal caso, existen cuatro características más desarrolladas de gran importancia.

La primera característica es la autenticidad.

La razón es muy simple. Una persona sólo puede tomar decisiones difíciles, sostener posturas impopulares o mantenerse firme en sus creencias si sabe quién es y se siente cómodo con ello. Hablo de confianza en uno mismo y convicción. Estos rasgos hacen al líder resuelto y decidido, lo que es imprescindible cuando debe actuarse con rapidez.

Asimismo, la autenticidad hace que los líderes caigan bien. Su “verismo” se aprecia en el modo en que se comunican y llegan a las personas en el plano emocional. Sus palabras conmueven; su mensaje toca algo en nuestro interior.

En General Electric, de vez en cuando nos encontramos con un ejecutivo de gran éxito al que no podíamos ascender al siguiente nivel. Al principio, intentábamos razonarlo. Estos ejecutivos mostraban los valores adecuados y cumplían las expectativas, pero su personal no conectaba con ellos. ¿Qué iba mal? Finalmente averiguamos que siempre escondían cierta falsedad. Fingían ser algo que no eran: más controlados, optimistas o experimentados que en la realidad. No sudaban. No lloraban. Se retorcían en su propia piel, interpretando un papel de su propia invención.

Los líderes no pueden tener ni pizca de falsedad. Deben conocerse a sí mismos para poder ser francos con el mundo, transmitir energía a sus seguidores y dirigir con una autoridad nacida de la autenticidad.

La segunda característica es la capacidad de anticipación.

Todo líder debe tener visión y la capacidad de predecir el futuro, pero los buenos líderes han de contar con una habilidad especial: saber anticiparse a lo totalmente inesperado. En entornos extremadamente competitivos, los mejores líderes tienen un sexto sentido para los cambios del mercado, así como para los movimientos de los competidores existentes y de los nuevos.

El anterior vicepresidente de General Electric, Paolo Fresco, es un ajedrecista de talento. Llevó esa habilidad a todas las negociaciones que realizó en el curso de treinta años. De algún modo, gracias a su intuición y su experiencia podía ponerse en la piel de la persona que se encontraba en el otro lado de la mesa, lo que le permitía predecir cualquier movimiento de la negociación. Para nuestro asombro, Paolo siempre se anticipaba a lo que vendría a continuación. Nunca nadie logró vencerle, pues él siempre sabía lo que su adversario pensaba incluso antes de que éste lo supiese.

La anticipación es la capacidad de imaginar lo inimaginable.

La tercera característica es la tendencia a rodearse de personas más inteligentes y mejores que ellos.

Siempre que había una crisis en General Electric, yo reunía rápidamente a las personas más inteligentes y resueltas que podía encontrar en cualquier nivel de la compañía (y en ocasiones ajenas a ella), y valoraba en gran medida sus conocimientos y sus consejos. Me aseguraba de que todos los presentes contemplasen el problema desde un ángulo distinto y luego nos ocupábamos a fondo de analizar la información para intentar resolver la crisis.

Estas sesiones eran casi siempre vehementes, y las opiniones que me llegaban eran contundentes y variadas. Sin embargo, mis mejores decisiones proceden de lo que aprendí en esos debates. Los desacuerdos lograban desvelar cuestiones de importancia  y nos obligaban a aventurar hipótesis. Todos salíamos de las experiencias más informadas y mejor preparadas para afrontar la siguiente crisis.

Un buen líder tiene el valor de reunir a un equipo que le puede hacer parecer la persona más estúpida de la sala. Sé que suena contradictorio: el líder debería ser la persona más inteligente de la reunión; sin embargo, si actúa como si lo fuese, no llegará a conocer ni la mitad de las ideas que necesita para tomar las mejores decisiones.

La cuarta característica es la resistencia.

Todos los líderes cometen errores, todos los líderes se tambalean y caen. La cuestión es si el líder consigue aprender de sus errores, recuperarse y seguir adelante con energía renovada, convicción y confianza.

Esta característica se denomina resistencia. Es tan importante que el líder debe poseerla antes de empezar su trabajo; de lo contrario, cuando surge la crisis ya es muy tarde para aprenderla. Por esta razón, cuando buscaba personal para que ocupase nuevas Posiciones de liderazgo, siempre elegía candidatos que habían sufrido un par de experiencias difíciles. Me gustaban especialmente aquellos que, tras una mala caída, se habían mostrado capaces de correr aún mejor en la siguiente carrera.

El mundo actual de los negocios globales hará caer a cualquier líder del caballo en más de una ocasión. Éste tiene que saber cómo volver a subirse a la montura.