Por qué debes ser mentor de un principiante?

Para ser una persona influyente y hacer que los demás hagan lo que le decimos requiere de varias cosas, hay que saber escuchar a las personas, entenderlas, comprenderlas, guiarlas, enseñarles, entre otras cosas.

Para convertirse en una persona influyente e impactar a la gente de modo positivo, tiene que ponerse a su favor e involucrarse realmente en la vida de ellas. Modelar una vida íntegra es un paso inicial importante para llegar a ser una persona influyente, ya que crea un fundamento fuerte con los demás. Y el siguiente paso natural es motivarlos. Mientras sustente a las personas, confíe en ellas, escuche sus esperanzas y temores, y demuestre que las entiende, entablará una fuerte conexión en la relación y las motivará para que tengan éxito, y para influir en ellas. Pero si quiere que la gente realmente crezca, mejore, y sea exitosa, debe avanzar al siguiente paso. Tiene que convertirse en un mentor.

¿QUÉ SIGNIFICA SER MENTOR?

carretera, camino, persona influyente, capacitar a los demásDarle motivación a la gente para que crezca, sin proveer también los medios para hacerlo, es una tragedia. Pero ser mentor le ofrece a las personas la oportunidad de convertir su potencial en realidad, y sus sueños en su destino. Los mentores impactan la eternidad porque no se sabe dónde terminará su influencia.

William Gladstone, estadista británico del siglo diecinueve, declaró:

Sabio es el hombre que no desperdicia energía persiguiendo cosas para las que no está calificado; y más sabio aún el que, entre las cosas que puede hacer bien, elige de manera resoluta la mejor.

La mayoría de la gente no tiene la tendencia natural de detectar sus principales áreas potenciales. Requieren ayuda para hacerlo, en particular a medida que comienzan a crecer y se esfuerzan por alcanzar su potencial. Y por eso es tan importante que usted se convierta en mentor de aquellos a quienes desea ayudar. Tiene que dirigirlos en sus áreas de crecimiento personal y profesional hasta que puedan trabajarlas de manera más independiente.

James M. Kouzes y Barry Z. Posner, autores de The Leadership Challenge [El reto del liderazgo], brindan conocimientos en cuanto a liderazgo relacionados con el tema de la asesoría: «Los líderes son pioneros. Son gente que se aventura en territorio virgen. Nos guían a destinos nuevos y muchas veces desconocidos … La única razón de tener líderes—en sus diferentes funciones—, es para impulsarnos. Los líderes nos animan a avanzar a alguna parte».

Los mentores impactan la eternidad
porque no se sabe dónde
terminará su influencia.

Los mejores mentores mueven a la gente que desarrollan al crecimiento y a áreas fuertes. En este y en los próximos tres capítulos, nos concentraremos en cuatro maneras de realizar la tarea de guiar a otros: enseñando a las personas, ayudándolas a navegar a través de los problemas de la vida, conectándolos con un nivel más profundo, y fortaleciéndolos para desarrollar su potencial.

ENSEÑAR A OTROS ES UNA INVERSIÓN

El escritor Alan Loy McGinnis observó: «No hay ocupación más noble en el mundo que asistir a otro ser humano, ayudar a que alguien tenga éxito». Ayudar a que otros se extiendan es una de las cosas más increíbles que jamás pueda hacer por ellos. Como dice John en su libro The Success Journey [El viaje al éxito], crecer para desarrollar su potencial es uno de los tres componentes para tener éxito (junto con conocer su propósito y sembrar semillas que beneficien a otros).

Robert Gross, antiguo presidente de la empresa aérea Lockheed, le explicó en una ocasión a sus supervisores: «Una cosa es construir un producto; otra es construir una compañía, porque las compañías no son otra cosa sino hombres, y las cosas que salen de ellos no son mejores que la gente misma. No construimos automóviles, aeroplanos, refrigeradoras, radios, o cordones de zapato. Construimos hombres. Los hombres hacen el producto».

Cuando uno amplía a otros, hace varias cosas.

Levanta su nivel de vida

Denis Waitley dijo: «Los mayores logros son los que benefician a otros». Siempre que ayude a la gente a mejorar en cualquier aspecto vital, la beneficia porque facilita que ascienda a un nuevo nivel de vida. A medida que las personas desarrollan sus dones y talentos, aprenden nuevas destrezas, y amplían sus habilidades para solucionar problemas; su calidad de vida y nivel de contentamiento mejoran en forma dramática.

Nadie puede crecer y quedarse impasible ante la manera que lleva la vida.

Cuando uno amplía a otros,
aprovecha la oportunidad
para ayudarlos
a alcanzar su potencial.

Aumenta su potencial para el éxito

El empresario George Crane afirmó que «no hay futuro en ningún trabajo. El futuro yace en el hombre que tiene el trabajo». Cuando uno amplía a otras personas, ilumina su futuro. Cuando expande sus horizontes, mejora sus actitudes, aumenta sus destrezas, o aprende nuevas manera de pensar, obrar y vivir mejor. Eso aumenta su potencial.

Incrementa su capacidad para crecer

Cuando usted ayuda a las personas a mejorar, no solo les da una vacuna temporal, o herramientas que únicamente les ayudarán hoy. Enseñarles tiene beneficios a largo plazo. Les ayuda a equiparse mejor, y aumenta su capacidad de aprender y crecer. Después de enseñarles, siempre que reciban un recurso u oportunidad, estarán mejor preparadas para usarlo de la manera más beneficiosa. Y su crecimiento empieza a multiplicarse.

Aumenta el potencial de su organización

Si las personas con las que trabaja son parte de un grupo, sea un negocio, iglesia, equipo deportivo, o club, todo el grupo se beneficia de su crecimiento. Por ejemplo, si muchas personas en su organización mejoran aunque sea un poco, la calidad de toda su organización aumentará. Si unos pocos mejoran mucho, el potencial para el crecimiento y el éxito aumenta debido al incremento del liderazgo de esa gente. Y si ambos tipos de crecimiento ocurren como resultado de su ayuda, ¡agárrese! porque su organización está a punto de despegar.

Fred Smith, amigo de John, es un excelente líder, empresario, y asesor de negocios. Fred estuvo aconsejando a un grupo de veinte jóvenes directores de juntas administrativas, y reuniéndose con ellos mensualmente por espacio de tres años cuando decidió que necesitaban pasar un tiempo solos. Así que les dijo que no volvería a verlos por un tiempo. Continuaron reuniéndose sin él, pero a la larga, le pidieron que regresara a visitarlos. Cuando lo hizo le presentaron una pieza de cristal Baccarat. En ella grabaron las palabras: Él nos estiró.

Fred lleva décadas capacitando a otros porque está consciente del increíble valor añadido no solo a las personas que beneficia, sino también a todas las que aquellas influyen. La mayoría de las personas que son cómicas; quieren progresar y tener éxito, pero titubean ante el cambio. Muchas veces se disponen a crecer solo lo suficiente como para acomodar sus problemas; en vez de eso, necesitan crecer tanto como para alcanzar su potencial. Por eso es que requieren de su ayuda. Los autores William Thetford y Helen Schucman señalaron con acierto: «Cada situación, percibida apropiadamente, se convierte en una oportunidad». Cuando uno extiende a otros, aprovecha la oportunidad de ayudarlos a realizar su potencial.

El ensayista francés Michel Eyquem de Montaigne escribió:

El valor de la vida no yace en la extensión de los días, sino en cómo los usamos; un hombre podría vivir mucho tiempo y vivir poco.

Cuando uno amplía a otros, los ayuda a aprovechar el tiempo que tienen y eleva su calidad de vida.

CONVIÉRTASE EN UN MENTOR

Para muchos, el simple hecho de desear ayudar a otros no significa necesariamente que estén listos para la tarea. Usualmente necesitan trabajar antes en ellos mismos. Como en la mayoría de los casos, si desea hacer más por los demás, usted mismo tiene que mejorar. Eso nunca es más válido que en el área de la dirección. Usted puede enseñar lo que conoce, pero solo puede reproducir lo que es.

Los expertos en liderazgo Warren Bennis y Bert Nanus dijeron de esto:

Lo que distingue a los líderes de sus seguidores es la capacidad para desarrollar y mejorar sus destrezas.

En sus preparativos para asumir la tarea de ayudar a otros a mejorar ellos mismos, lo primero que tiene que hacer es mejorar usted mismo porque solo cuando está creciendo y ampliándose puede ayudar a otros a hacerlo también. Así como no van a seguir a una persona cuyas destrezas de liderazgo son más débiles que las suyas, no aprenderán a crecer de alguien que no crece. No solo debe estar a un nivel mayor en su crecimiento personal, sino que debe continuar creciendo. (Tal vez recuerde cuán poco respetó a uno de sus maestros de secundaria o en la universidad que obviamente dejó de aprender y crecer décadas atrás, ¡quizás el día en que recibió su título!)

Albert Schweitzer mantuvo que «el gran secreto del éxito es pasar la vida como un hombre que jamás se detiene. Cuando usted hace suya la meta de aprender y mejorar continuamente, se convierte en la clase de persona que jamás se «gasta». Siempre recarga sus baterías y encuentra mejores maneras de hacer las cosas. Para determinar si continúa creciendo o no, pregúntese qué es lo que todavía anticipa. Si no se le ocurre nada u observa el pasado en lugar de ver al futuro, su crecimiento podría estar estancado.

Se afirma que:

El principal obstáculo para el descubrimiento no es la ignorancia. Es la ilusión del conocimiento.

Mucha gente pierde de vista la ignorancia del crecimiento personal una vez que terminan su educación formal. Pero no permita que eso le suceda a usted. No hay tiempo que perder. Como dijera el escritor y pensador escocés Thomas Carlyle: «Una vida; un pequeño destello de tiempo entre dos eternidades; jamás tendremos otra oportunidad». Todo día que pasa sin crecimiento personal es una oportunidad perdida para mejorar y para mejorar a otros.

ELIJA CON CUIDADO A LAS PERSONAS QUE CAPACITARÁ

Una vez que crezca un poco y esté listo para ayudar a otros a mejorar, necesita comenzar a pensar en las personas con las que trabajará. Tiene que ser selectivo. Debe tratar de ser un modelo de integridad para todos, ya sea que le resulten conocidos o totalmente desconocidos. Y debe hacer que su meta sea motivar a todas las personas con las que está relacionado: familiares, empleados, compañeros voluntarios de la iglesia, colegas, y amistades. Pero no puede invertir tiempo para capacitarlos a todos; es un proceso muy complicado. Por eso debe trabajar primero con las personas más prometedoras a su alrededor, los que tienen mejores probabilidades de receptividad al crecimiento.

En Killers of the Dream [Asesinos del sueño], Lillian Smith escribió: «Nosotros, en los EE.UU., y los hombres alrededor de la tierra, nos atrapamos con la palabra igualdad, que es inaplicable al género humano. Me encantaría que la olvidáramos. Detener su uso en nuestro país: Que los comunistas se queden con ella. No se ajusta a seres humanos que lanzan sus sueños a través de los cielos. Solo se ajusta a un desmerecimiento de la humanidad». Ciertamente deseamos que todos tengan el mismo acceso a las oportunidades y la justicia, pero sabemos que no todos responden de la misma manera a su medio ambiente o a las ventajas. Y eso es válido para las personas que tendrá la oportunidad de desarrollar. Algunas anhelan que las estiren. A otras no les interesa el crecimiento personal o no crecen bajo su atención. Su trabajo es averiguar cuál es cual.

Mientras piensa en las personas que desea capacitar, recuerde las siguientes directrices:

•    Seleccione personas cuya filosofía de vida se parezca a la suya. Los valores subyacentes y las prioridades de los que desea capacitar no tienen que parecerse a las suyas. Si usted y ellos no tienen lo básico en común, podría terminar trabajando con objetivos cruzados, y no experimentará la efectividad que desea. Roy Disney, hermano y socio de Walt, dijo: «No es difícil tomar decisiones cuando conoce sus valores». Y si usted y las personas que guía tienen valores parecidos, podrá tomar decisiones armoniosas mientras trabajan juntos.

•    Elija gente con potencial en el cual usted cree de manera genuina. No puede ayudar a las personas en las que no cree. Ofrezca su mejor esfuerzo guiando a gente que tienen el mayor potencial, a las que puede verle un futuro prometedor, no por las cuales se sienta apenado. Sustente, ame, y motive a las personas adoloridas. Pero derrámese en las que crecerán e impactarán.

•    Seleccione personas cuyas vidas pueda impactar de manera positiva. No todos los que puede desarrollar se beneficiarán de lo que les ofrezca. Busque compatibilidad entre su potencial y sus fortalezas y experiencia.

•    Coloque a las mujeres y los hombres según sus montañas. Nos gustaría que todas las personas que guiamos alcancen todo su potencial y lleguen a ser estrellas. A la larga, los mejores mentores desarrollan gente a un nivel superior a su habilidad. Pero la verdad es que aunque todos pueden avanzar a un nivel superior del que ocupan actualmente, no todos pueden escalar los niveles más altos. Un capacitador exitoso evalúa el potencial de los demás y los coloca en posición para conseguir el éxito.

•    Comience cuando llegue el momento correcto. Inicie el proceso cuando sea el momento correcto en la vida de los demás. Quizás escuchó la expresión: «Déle cuando el hierro esté caliente». Eso significa actuar en cierta situación en el momento indicado. Sabemos que el dicho data del siglo catorce. Proviene de la práctica de los herreros que tenían que golpear el metal cuando estaba en la temperatura indicada para moldearlo en la forma precisa y deseada. Hay que hacer lo mismo con las personas que quiere capacitar. Comience pronto, aunque no perciban la necesidad de crecer. Comience tarde, y perderá su mejor oportunidad para ayudarlos.

Una vez que encuentre las personas correctas, recuerde que necesita su autorización antes de empezar a capacitarlas. A la gente le gusta que les animen y les motiven, así que no necesita su aprobación para hacer cualquiera de las dos cosas. Pero ser mentor realmente da resultados solo cuando ambos bandos conocen los planes, concuerdan con ellos, y se esfuerzan cien por ciento.

HAGA DEL PROCESO DE CAPACITACIÓN UNA PRIORIDAD

Capacitar a otros puede ser gratificante y divertido, pero también requiere tiempo, dinero, y trabajo. Por eso tiene que comprometerse con el proceso y convertirlo en una prioridad. Ed Cole, amigo de John, afirma: «El precio de crecer es el compromiso». Una vez que se comprometa estará listo para continuar. Las siguientes sugerencias le ayudarán a aprovechar mejor el proceso de la capacitación:

Perciba su potencial

El compositor Gian Carlo Menotti declaró con firmeza:

El infierno comienza el día en que Dios nos concede una visión clara de todo lo que realizamos, de todos los dones que desperdiciamos, de todo lo que pudimos hacer y no hicimos. 

El potencial no alcanzado es un desperdicio trágico. Y como capacitador, usted tiene el privilegio de ayudar a otros a descubrir y luego desarrollar su potencial. Pero no puede hacer eso hasta que perciba su potencial.

Geoffrey Gaberino, nadador olímpico ganador de la medalla de oro, lo resume de esta manera:

La verdadera competencia siempre es entre lo que hizo y lo que puede hacer.

Cuando observe a las personas que desea capacitar, trate de discernir qué son capaces de hacer. Busque un destello de grandeza. Vigile y escuche con su corazón así como con sus ojos. Encuentre el entusiasmo de ellos. Trate de imaginar lo que harían si superaran los obstáculos personales, lograran confianza, crecieran en las áreas prometedoras, y dieran todo lo que tienen. Eso lo ayudará a ver el potencial de ellos.

Échele un vistazo a su futuro

Robert Orben, antiguo escritor de discursos presidenciales, urgió: «Recuerde siempre que solo hay dos clases de gente en este mundo: los realistas y los soñadores. Los realistas saben a donde van. Los soñadores ya estuvieron allí». Para añadir valor a las personas que amplía, adelánteseles con su ojo mental y vea su futuro antes que ellos. Captar esa visión ayuda a motivarlos y capacitarlos.

Alguien dijo en una ocasión: «No permita que lo obliguen a pensar que sus sueños o sus talentos no son prudentes. Jamás se supuso que lo fueran. Lo que se supone es que traigan gozo y realización a su vida». Ese es un gran consejo. Las personas jamás tendrán éxito con sus sueños descabellados a menos que algunos lo sean bastante. Cuando usted proyecta la visión a los demás, los ayuda a ver su potencial y sus posibilidades. Y cuando la añade a su fe en ellos, los activa. El gran estadista británico Benjamín Disraeli declaró: «Nutra sus grandes pensamientos porque jamás ascenderá más que ellos». Ayude a las personas a tener grandes pensamientos respecto a sí mismas, y comenzarán a vivir como lo que pueden llegar a ser.

Conéctese con su pasión

Como capacitador de personas, ayúdelas para que deseen crecer; una manera de hacerlo es conectándose con su pasión. Todos, hasta el más callado y reservado, sienten una pasión por algo. Simplemente tiene que encontrarla. Como señaló el científico Willis R. Whitney: «Algunos hombres tienen miles de razones para no hacer lo que desean, cuando lo único que necesitan es una para hacerlo».

A medida que busque las pasiones de otros, urgue más allá de la superficie de sus necesidades diarias. Profundice dentro de ellas. Harold Kushner escribió con percepción: «Nuestras almas no están hambrientas de fama, comodidad, riqueza o poder. Esas recompensas crean casi tantos problemas como los que solucionan. Nuestras almas están hambrientas de significado, porque entendimos cómo vivir para que nuestra vida tenga significado, para que el mundo sea al menos un poco diferente por el hecho de que pasamos por él».

Una vez que descubra su pasión, conéctese a ella. Muéstreles cómo activar su potencial al punto de que puedan cumplir la visión que tienen con sus vidas. La pasión puede ayudarlos a convertir sus sueños en realidad. Y como dijera el presidente Woodrow Wilson: «Crecemos con los sueños. Todos los grandes [individuos] son soñadores. Ven las cosas en la suave neblina de un amanecer primaveral, o en el enrojecido fuego de una larga noche invernal. Algunos dejamos que se mueran esos grandes sueños, pero otros los nutren y los cuidan; los nutren a través de los días malos hasta llevarlos a la luz solar y esta siempre les llega a los que sinceramente esperan que sus sueños se hagan realidad». La pasión es el combustible que ayuda a las personas a nutrir y cuidar sus sueños.

Ocúpese de los defectos del carácter

A medida que explora cómo ayudar a otros a capacitarse, tiene que ocuparse de cualquier asunto de carácter que puedan tener. Como mencionamos en el primer capítulo, la integridad es el fundamento sobre el cual debe apoyarse todo en la vida de la gente. No importa cuánto lo amplíe, si el fundamento no es sólido, habrá problemas.

Cuando examine el carácter de otros, recuerde ir más allá de su reputación. Abraham Lincoln hizo esta distinción: «El carácter es como un árbol y la reputación su sombra. La sombra es lo que pensamos de ella; el árbol es lo verdadero». Invierta tiempo para llegar a conocer realmente a las personas que amplía. Obsérveles en varias situaciones. Si llega a conocerlas lo suficientemente bien como para saber la manera en que reaccionan en la mayoría de las situaciones, tendrá una idea de dónde podrían estar los defectos de carácter.

Martin Luther King, afirmó:

La medida definitiva de un hombre no es su posición en los momentos cómodos y convenientes, sino su posición en tiempos de reto y controversia.

Su meta debe ser ayudar a la gente que desarrolla a permanecer fuerte en medio de los retos. Pero tiene que empezar con las cosas pequeñas. El autor y líder empresarial Joseph Sugarman observó:

Cada vez que sea sincero y se comporte con honestidad, una fuerza triunfadora lo impulsará a mayores éxitos. Cada vez que mienta, aunque sea una mentirita blanca, hay fuerzas demoledoras empujándolo al fracaso.

Ayude a otros a comportarse con integridad en cada situación, y estarán listos para crecer y alcanzar su potencial.

Enfóquese en sus fortalezas

Cuando algunos individuos comienzan a trabajar con otros en su desarrollo, muchas veces giran alrededor de sus debilidades más que en sus fortalezas. Quizás sea porque es muy fácil ver los problemas de otros y los defectos. Pero si comienza a concentrar sus energías en la corrección de las debilidades de las personas, las desmoralizará y, sin advertirlo, saboteará el proceso de capacitación.

Hace poco escuchamos un relato beisbolístico que trata el tema de las debilidades personales. Una tarde en San Luis, a Stan Musial le iba muy bien en un juego contra Bobo Newsom, el lanzador de Chicago. Stan inicialmente conectó un sencillo, luego un triple, y después un cuadrangular. Cuando fue a batear por cuarta vez, el entrenador de Chicago, Charlie Grimm, decidió sacar a Bobo y arriesgarse con un relevista novato. Cuando el joven novato se dirigió al montículo, desde el área de calentamiento, y Newsom le entregó la pelota, le preguntó:

—Oye ¿este tipo, Musial, tiene algunas debilidades?

—Sí—respondió Newsom—, no batea dobles.

En lugar de concentrarse en las debilidades, préstele atención a las fortalezas de las personas. Agudice las destrezas que ya existen. Elogie las cualidades positivas. Sáqueles los dones inherentes. Las debilidades pueden esperar, a menos que sean defectos de carácter.

Sólo después de desarrollar una afinidad fuerte con ellos y que empiecen a adquirir confianza debe ocuparse de las áreas débiles. Y luego trátelas gentilmente, una por una.

Amplíelos paso a paso

Ronald Osborn señaló: «A menos que trate de hacer algo superior a lo que domina, jamás crecerá». Para capacitar a otros, ayúdelos a crecer de manera congruente sin abrumarlos ni desanimarlos.

Ese proceso es diferente para cada persona. Pero no importa de dónde sean o a dónde van, necesitan crecer en ciertas áreas. Sugerimos que incluya las cuatro que siguen en el proceso de desarrollo:

1. Actitud. La actitud determina, más que nada, si las personas tienen éxito y si pueden disfrutar de la vida. E impacta no solo cada área de sus vidas, sino que influye a otros.

2. Relaciones. El mundo se compone de personas, así que todos tienen que aprender a relacionarse efectivamente con otros. Esta habilidad así como comunicarse con ellos puede afectar al matrimonio, la crianza, la profesión, las amistades y más. Si las personas pueden relacionarse, avanzarán en casi cada área de la vida.

3. Liderazgo. Todo se sostiene o se cae del liderazgo. Si las personas que desarrolla planifican trabajar con otros, tienen que aprender a dirigirlos. De no ser así, van a llevar toda la carga por sí mismos en todo lo que hagan.

4. Las destrezas personales y profesionales. Podría sorprenderle ver que presentamos esto al final. Pero lo cierto es que si el pensamiento no es positivo y escasean las habilidades para trabajar con otros, todas las destrezas profesionales en el mundo son poco beneficiosas. Mientras ayuda a las personas a crecer, trabaje de adentro hacia afuera. Lo realmente importante no es lo que le sucede a las personas, sino lo que ocurre en su interior.

Ponga recursos en sus manos

Para ayudar a la gente a crecer, no importa de qué aspecto se ocupe, ponga recursos en sus manos. Siempre que uno de nosotros se encuentre con alguien a quien desarrolla, tratemos de llevar algo para dárselo: libros, casetes, artículos de revistas, cualquier cosa inspiradora o instructiva que podamos obtener. Nada nos complace más que saber que ayudamos a alguien a avanzar otro paso en el crecimiento. Esa es una de las razones por las que ambos estamos constantemente creando recursos para el crecimiento de las personas. Si no puede encontrar exactamente lo que busca para ayudar a los demás, es posible que quiera darles de su experiencia.

La próxima vez que se prepare a encontrarse con personas a las que quiere capacitar, actívese en el proceso. Recorte artículos escritos en una de las áreas de interés. Déles copias de un libro que haya cambiado su vida. O ponga en sus manos casetes que les enseñen y les inspiren. Si continúa haciendo eso, no solo les gustará el tiempo que pasen con usted, sino que cada vez que se reúnan verá que crecen un poco más hacia su potencial.

Expóngalos a experiencias que los amplíen

Implementar un plan para el crecimiento amplía a las personas. Pero algunas veces necesitan algo más para darles un empuje fresco en energía e inspiración. Helen Keller, autora y campeona de los ciegos, dijo: «Uno jamás debe arrastrarse cuando siente el impulso de volar». Cuando uno expone a las personas a experiencias capacitadoras, planta en ellas el deseo de alzar el vuelo.

Las conferencias y los seminarios, reuniones con mujeres y hombres excepcionales, y los eventos especiales nos impactan mucho. Siempre nos sacan de nuestra comodidad, nos llevan a pensar más que en nosotros mismos, o nos retan a avanzar a nuevos niveles de vida.

Pero recuerde que los acontecimientos y las reuniones no hacen que la gente crezca. Eso inspira a la gente a tomar decisiones importantes que pueden cambiar la dirección de sus vidas. El crecimiento mismo viene de lo que las personas hacen a diario luego de tomar una decisión.

Enséñeles a capacitarse a sí mismos

Según Philip B. Crosby:

Hay una teoría de la conducta humana que dice que las personas retardan subconscientemente su propio crecimiento intelectual. Llegan a depender de clichés y hábitos. Una vez que alcanzan la edad de su adaptación al mundo, dejan de aprender y su mente queda en neutro por el resto de sus días. Podrán progresar en la organización, ser ambiciosos y dispuestos, y hasta trabajar de día y de noche. Pero ya no aprenden.

Una vez que logre que la gente valore el crecimiento tanto como para comenzar a capacitarse a sí mismos, supera una barrera fuerte. Se dice que la meta de todos los maestros debe ser equipar a los estudiantes para que les vaya bien sin ellos. Lo mismo puede decirse de los que buscan capacitar a otros. Mientras labora con otros y los ayuda a capacitarse, deles lo que necesitan para que aprendan a cuidarse. Enséñeles a encontrar recursos. Anímelos a salir de su zona de comodidad por sí mismos. Y refiéralos a otras personas que puedan ayudarles a aprender y crecer. Si puede ayudarlos a convertirse en miembros vitalicios, les habrá dado un regalo increíble.

Un capacitador exitoso evalúa el
potencial de otros y los ubica donde
puedan tener éxito.

Escuchamos que se dice que: «Nadie se enriquece a menos que enriquezca a otros». Cuando usted enriquece a otros ayudándolos a crecer y a capacitarse por su cuenta, no solo les da gozo a ellos y a sí mismo, sino que también aumenta su influencia y su habilidad para tocar la vida de otros.

Lo que afirmó Ralph Waldo Emerson, filósofo y poeta estadounidense del siglo diecinueve, es cierto:

Una de las recompensas más hermosas de esta vida es que ningún hombre puede tratar de ayudar sinceramente a otro sin ayudarse a sí mismo.

Si puede entregarse a capacitar a otros y asistirlos para que alcancen su potencial, las recompensas que coseche serán casi tan grandes como las de aquellos a quienes ayuda.