Como la lealtad y compromiso con tu equipo de trabajo ayudará a tu Negocio

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Comprometerse con el equipo, te va traer ventajas a tu vida, ya que te ayudará a alcanzar tus metas, proyectos, porque como dice el dicho la unión hace la fuerza. 

En el momento en que uno se compromete definitivamente, entonces la Providencia también comienza a moverse. Ocurre todo tipo de cosas para ayudar que de otra manera jamás hubieran ocurrido.

Toda una cadena de acontecimientos surge de la decisión, trayendo toda clase de incidentes inesperados, encuentros y asistencia material que nadie habría podido soñar que ocurrirían. William H. Murray

La gente común comprometida puede hacer un impacto extraordinario en su mundo. John C. Maxwell

Miembro del equipo de la humanidad

En 1939, un joven de veinticinco años de edad llamado Jonas Salk completó su entrenamiento en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. Desde niño soñaba con ser abogado pero de alguna manera, entre su graduación de la secundaria y su entrada a la universidad, su interés cambió de las leyes de la tierra a las leyes de la naturaleza. De modo que decidió ser doctor. Quizás el cambio se debió a que su madre lo había desanimado sobre la carrera de abogado. Años más tarde comentó: «Mi madre creía que no sería un buen abogado, probablemente porque nunca le pude ganar en una discusión». Sus padres, trabajadores inmigrantes, se sentían orgullosos cuando se graduó como médico pues él era la primera persona en la familia en recibir una educación.

Pero aunque escogió ser doctor, la verdadera pasión de Salk era la investigación. Lo intrigaban las afirmaciones científicas contradictorias que hacían dos profesores, lo que lo impulsó a estudiar inmunología, incluyendo la investigación sobre la influenza. Durante su segundo año en la escuela de medicina, cuando se le presentó la oportunidad de pasar un año completo haciendo investigación y enseñando, no la desaprovechó. «Al final de ese año», recuerda, «me dijeron que podía, si quería, buscar un grado en bioquímica, pero preferí quedarme en medicina. Creo que todo esto estaba ligado a mi ambición original, o deseo, que era servir en algo a la humanidad, por así decirlo, en un sentido más amplio que de uno a uno».

En 1947, Salk se convirtió en director del Laboratorio de Investigación de Virus en la Universidad de Pittsburg. Fue allí donde comenzó a investigar el virus de la polio. En aquellos días, la polio era una terrible enfermedad capaz de incapacitar a quien la padecía y que cobraba miles de vida cada año, siendo los niños las víctimas más frecuentes. La epidemia de polio durante el verano de 1916 en Nueva York dejó 27.000 personas paralizadas mientras que otras 9.000 fallecieron. Después de ese año, la epidemia se hizo algo tan común que cada verano miles de personas escapaban de las grandes ciudades para tratar de proteger a sus hijos.

En la primera mitad del siglo XX, la investigación viral todavía se encontraba en pañales. Pero en 1948, un equipo de científicos de la Universidad de Harvard descubrió la manera de producir en el laboratorio grandes cantidades de virus, lo que permitió que la investigación se hiciera más amplia. Sobre la base de aquellos hallazgos científicos y otros trabajos de vanguardia, Salk empezó a desarrollar una vacuna contra la polio.

Después de más de cuatro años de continuo trabajo, Salk y su equipo de la Universidad de Pittsburg lograron desarrollar una vacuna en el 1952. Hicieron algunas pruebas preliminares con personas que habían contraído la polio y habían sobrevivido. Pero la verdadera prueba sería inyectar la vacuna, que contenía células inactivas de polio, en personas que no habían contraído la enfermedad.

Durante sus años de estudio, preparación e investigación, Salk había mostrado su dedicación ayudando a los demás. Sin embargo, una cosa es creer en algo que uno está haciendo y otra es comprometerse completamente con ese algo. En el verano de 1952, Jonas Salk inoculó con su vacuna a voluntarios saludables. Incluidos en ese grupo estaban él, su esposa y sus tres hijos. ¡Eso es compromiso!

El compromiso de Salk dio resultado. Las pruebas de la vacuna fueron exitosas y en 1955, él y su ex mentor, el Dr. Thomas Francis, hicieron arreglos para vacunar a cuatro millones de niños. En 1955 se habían reportado 28.985 casos de polio en los Estados Unidos. En 1956, ese número bajó a la mitad. En 1957 se registraron únicamente 5.894 casos. Hoy día en los Estados Unidos, gracias al trabajo de Jonas Salk y los subsecuentes esfuerzos de otros científicos como Albert Sabin, prácticamente no existen casos de polio.

Jonás Salk dedicó ocho años de su vida a derrotar el polio. Pero su verdadero deseo era ayudar a la gente, lo que demostró más aun al decidirse no patentar la vacuna que había creado. De esa manera, podría usarse para ayudar a la gente en todo el mundo. Podría decirse que el equipo con el que estuvo más comprometido fue con el de la humanidad.

Compromiso

Muchos tienden a asociar el compromiso con sus emociones. Si les parece que lo que hacen está saliendo bien, entonces el próximo paso es el compromiso. Pero el verdadero compromiso no trabaja así. No es cuestión de emociones; es una cualidad del carácter que nos capacita para alcanzar nuestras metas. Las emociones humanas suben y bajan todo el tiempo pero el compromiso tiene que ser roca sólida. Si quiere tener un equipo sólido—se trate de negocios, club social, matrimonio o una organización voluntaria—deberá tener jugadores de equipo que estén firmemente comprometidos con el equipo.

Hay varias cosas que cada miembro del equipo debe conocer sobre esto de comprometerse:

1. Por lo general, el compromiso se descubre en medio de la adversidad

Las personas realmente no saben si están comprometidas con algo hasta que no enfrentan la adversidad. Las luchas fortalecen la determinación. La adversidad genera compromiso y el compromiso genera trabajo duro. Y mientras más usted trabaja en algo, menos posibilidades hay que se dé por vencido. Vince Lombardi, entrenador de fútbol americano y miembro del Salón de la Fama, dijo: «Mientras más duro trabaja una persona más difícil es que se rinda».

Mientras más duro trabaja una persona más difícil es que se rinda. Vince Lombardi [Retweet]

Las personas comprometidas no se rinden fácilmente.

2. El compromiso no depende de los dones o habilidades

Algunas veces, cuando nos enteramos que personas con talento son muy exitosas, nos sentimos tentados a pensar que para ellos el compromiso es más fácil gracias a sus talentos. Parece como si para los atletas de primer nivel fuera más fácil practicar, a los artistas famosos se les hiciera menos complicado refinar sus destrezas o a los comerciantes naturales les fuera menos difícil hacer negocios. Pero esto no es cierto. El compromiso y los talentos están desconectados, a menos que usted los conecte.

¿No conoce a personas muy talentosas que han derrochado su potencial porque nunca hicieron nada? ¿Y no conoce a personas menos talentosas que usted pero que han tenido más éxito? A menudo esto se debe, precisamente, al compromiso. El escritor Basil Walsh dijo: «No necesitamos más fuerza o más habilidad o mejores oportunidades. Lo que necesitamos es usar lo que tenemos». Si nos comprometemos a usar el talento que tenemos, descubriremos que tenemos más talento (y más que ofrecer a nuestro equipo) como resultado de nuestro compromiso.

3. El compromiso viene como resultado de una decisión, no de las condiciones

Cuando llega el momento de actuar, el compromiso es siempre asunto de decisión. En Choices [Alternativas], Frederic F. Flach escribe:

La mayoría de la gente suele mirar hacia atrás e identificar el momento y lugar en el que sus vidas cambiaron significativamente. Haya sido por accidente o por designio, esos son los momentos cuando, gracias a la disposición dentro de nosotros y a la colaboración de lo que ocurre a nuestro alrededor, nos vemos obligados a reevaluarnos, a valorar las condiciones en las que vivimos y a tomar ciertas decisiones que afectarán el resto de nuestras vidas.

Demasiadas personas creen que las condiciones determinan las decisiones. Con más frecuencia las decisiones determinan las condiciones. Cuando usted decide comprometerse se está dando la oportunidad de alcanzar el éxito.

4. El compromiso perdura cuando los valores lo sustentan

Una cosa es hacer un compromiso en un momento. Otra es mantenerlo. ¿Cómo mantiene su compromiso? La respuesta se encuentra en la base de sus compromisos. Cada vez que usted toma decisiones basándose en sus valores está en mejores condiciones de mantener su nivel de compromiso porque no tiene que estar reevaluando continuamente su importancia. Es como resolver el asunto antes de someterlo a prueba. Un compromiso con algo en lo que usted cree es un compromiso que será más fácil mantenerlo.

Cada vez que usted toma decisiones basándose en sus valores está en mejores condiciones de mantener su nivel de compromiso.

 Conclusión

¿Cuán importante es el compromiso para usted? ¿Es usted una de esas personas que valora la lealtad y seguir con algo hasta terminarlo? ¿Acostumbra pararse firme cuando las cosas van mal? ¿O tiende a comprometerse y luego quitarse? Más específicamente, ¿cuán comprometido está usted con su equipo? ¿Es su respaldo sólido? ¿Es su dedicación innegable? ¿O es cauteloso en cuanto a su nivel de compromiso? Si se descubre reevaluando su intención de permanecer con el equipo cada vez que usted y sus compañeros enfrentan problemas entonces necesita comprometerse más de lo que lo está.

Para mejorar su nivel de compromiso …

•     Una sus compromisos a sus valores. Como sus virtudes y su habilidad para cumplir sus compromisos están estrechamente relacionados, tómese un tiempo para reflexionar. Primero, haga una lista de sus compromisos personales y de sus compromisos profesionales. Luego trate de articular sus valores fundamentales. (Esto le tomará algún tiempo, especialmente si no lo ha hecho nunca antes, de modo que hágalo sin tardanza.) Una vez que tenga ambas listas, compárelas. Probablemente encontrará que tiene compromisos no relacionados con sus valores. Reevalúelos. También encontrará que tiene valores que no está viviendo. Comprométase a ellos.

•     Arriésguese. Comprometerse implica riesgos. Usted puede fallar. Sus compañeros pueden desanimarlo. Es posible que descubra que alcanzar sus metas no le proporcionó los resultados deseados. Pero de todas maneras, corra el riesgo y comprométase. George Halas, antiguo dueño de los Chicago Bears, dijo: «Nadie que dé lo mejor de sí va a lamentar haberlo hecho».

•     Evalúe el compromiso de sus compañeros de equipo. Si encuentra difícil comprometerse en algunas relaciones y no puede encontrar una razón para esto en usted, piense en esto: No se puede hacer un compromiso con personas no comprometidas y esperar recibir de ellos un compromiso. Examine la relación para ver si está receloso porque el receptor potencial no es digno de confianza.

Nadie que dé lo mejor de sí va a lamentar haberlo hecho. George Halas [Retweet]