Cómo Aprender Rápidamente

¿Su memoria es como una coladera? ¿Su mente divaga? No se desespere…

Una amiga mía estuvo en un banquete donde dos hombres que ella conocía hablaron sobre un libro acerca del programa espacial Mercurio. Mientras que Ted se extendió en los detalles técnicos que había tomado del libro, Dan sólo hizo unos cuantos comentarios débiles. Más tarde, Dan le dijo a mi amiga:

—Ted sacó de la lectura mucho más que yo. ¿Es mucho más inteligente que yo?

Mi amiga, educadora, sintió curiosidad. Sabía que los dos hombres tenían antecedentes educativos y cocientes de inteligencia similares. Habló con cada uno y obtuvo la respuesta: Ted sabía mejor que Dan cómo aprender; utilizando unas cuantas técnicas sencillas, había logrado hacer que su cerebro fuera más receptivo.

Por años, los especialistas habían pensado que era fija la capacidad de un individuo para aprender. Sin embargo, durante las dos últimas décadas los psicólogos y educadores más destacados han llegado a otra conclusión. Dice Jack Lochhead, director del Proyecto de Desarrollo Cognoscitivo de la Universidad de Massachusetts: “Cada vez tenemos más pruebas de que la inteligencia humana es susceptible de aumentar. Sabemos que, con las técnicas adecuadas, las personas pueden mejorar su capacidad de aprendizaje”.

Y esas técnicas son lo bastante simples para que casi cualquier persona pueda, con la práctica, dominarlas. He aquí seis maneras probadas de aumentar la capacidad de aprender, entresacadas de las ideas que expresaron algunos especialistas de diferentes partes de Estados Unidos:

aprender, técnicas, estrategia1. Capte primero las líneas generales. Cuando lea usted algo que no le sea familiar, no emprenda de buenas a primeras la lectura. Podrá incrementar su comprensión y retención si antes repasa el material. Vea los subtítulos, los pies de fotografías y todos los resúmenes que haya. En los informes o artículos, lea la primera frase de cada párrafo. En los libros, eche un vistazo al índice y a la introducción.

Esto le ayudará a fijar en la mente lo que lea después.

2. Lea despacio y hable consigo mismo. Aunque tal vez la lectura rápida sea útil si el material es sencillo, la lectura lenta puede ser mucho más eficaz para asimilar obras complejas, que plantean dificultades. En cierto manual universitario se especifican tres diferencias básicas de cómo estudian los buenos y los malos estudiantes:

• Los buenos estudiantes vocalizan, o pronuncian lo que leen, ya sea en voz alta o en silencio. Avanzan despacio, escuchando cada palabra que leen.

• Los buenos estudiantes, cuando se confunden, automáticamente releen el pasaje hasta entenderlo. Los malos lectores, en cambio, siguen adelante aun si no comprenden algo.

• Los buenos estudiantes se “comprometen activamente” con la nueva información. Reflexionan sobre lo que leen, lo cuestionan y se apropian de ello.

3. Aplique métodos para mejorar la memoria. Estos métodos, llamados mnemotécnicos, trasforman la información nueva en términos que resulta más fácil recordar; ejemplo: “Más valdrán tus mil jornadas si utilizas naves propias” (las letras iniciales de cada palabra son las de los planetas de nuestro sistema solar, en orden: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón).

La mnemotecnia también puede funcionar con imágenes. El secreto es inventar claves visuales para hacer que algo desconocido tenga sentido para uno.

Otrora desechada por los investigadores como un mero artilugio, hoy se considera que la mnemotecnia es un medio eficaz para desarrollar la memoria que permite duplicar y aun triplicar la cantidad de datos nuevos que los sujetos de un experimento pueden retener. William Chase, profesor de psicología en la Universidad Carnegie-Mellon, observa: “Una buena memoria es la clave de todos los procesos cognoscitivos, y todos podemos tenerla con la práctica”.

La investigación de los procesos cognoscitivos demuestra que tenemos dos tipos de memoria: la de corto plazo (mcp) y la de largo plazo (mlp). La primera dura alrededor de 30 a 60 segundos. Uno solicita un número telefónico, lo marca y luego lo olvida. La mlp, en cambio, puede durar toda la vida. El secreto para desarrollar una buena memoria, dice Francis Bellezza, autor del libro ImproveYour Memory Skills (“Mejore sus técnicas de memorización”), es aprender a trasferir la información útil de la mcp a la mlp, y a recuperar esa información cuando se necesite.

Posiblemente la mnemotecnia sea la llave que coloca los datos en la mlp y los saca otra vez. Recuerde: la mente y la memoria son como los músculos: cuanto más los usa, más fuertes se vuelven.

4. Organice los datos en categorías. En estudios realizados en la Universidad de Stanford, se pidió a unos estudiantes que memorizaran 112 palabras, inclusive nombres de animales, prendas de vestir, tipos de trasporte y ocupaciones. Para un grupo se dividieron las palabras en esas cuatro categorías, y para un segundo grupo se listaron al azar. Los que estudiaron el material en categorías organizadas se desempeñaron mejor que los otros al recordar un número de palabras dos o tres veces mayor.

Thomas Trabasso, profesor de educación y ciencia conductual en la Universidad de Chicago, indica: “Es difícil tratar de digerir información nueva de un solo bocado. Analizarla y dividirla en trozos con significado facilita aprenderla”.

5. Concentre su atención. La próxima vez que se vea el lector frente a datos nuevos que necesite dominar, pregúntese: ¿Qué es lo que quiero aprender leyendo esto, y qué provecho sacaré del conocimiento adquirido? Señala Russell Scalpone, psicólogo y gerente de la A. T. Kearney, Inc., empresa internacional de asesoría en administra-

“Diciéndonos a nosotros mismos los beneficios que obtendremos del aprendizaje, reducimos nuestra resistencia al estudio y nos volvemos mejores estudiantes”.

Scalpone recomienda otras cuatro técnicas para mejorar la concentración y la atención:

• Establezca un tiempo y un lugar para aprender. Descuelgue el teléfono y cierre la puerta. Regulando su ambiente puede usted crearse la expectativa de que habrá un proceso de aprendizaje.

• Protéjase contra las distracciones. No se apene por poner en la puerta un letrero de “No molestar”. Usted tiene derecho a disponer de su propio tiempo.

• Siga diversos métodos de aprendizaje. Hacer diagramas y resúmenes, tomar notas y hasta usar una grabadora son técnicas de estudio que pueden mejorar la concentración. Use las técnicas de estudio con las que se sienta más a gusto. Sea creativo.

• Supervise su progreso. Estar ocupado no siempre es lo mismo que estar produciendo. Deténgase de vez en cuando y pregúntese: ¿Estoy avanzando ahora mismo hacia mis metas de aprendizaje? Si la respuesta es afirmativa, siga trabajando. De lo contrario, pregúntese a qué se debe. Si no progresa a causa de la tensión o la fatiga, tome un descanso. Los descansos a intervalos regulares pueden mejorar el proceso de aprendizaje.

6. Encuentre su propio estilo de aprender. Los educadores Rita y Ken Dunn cuentan la historia de tres niños que en Navidad recibieron, cada uno, una bicicleta. Los padres tenían que ensamblar las bicicletas, que venían desarmadas. El padre de Tim leyó cuidadosamente las instrucciones antes de poner manos a la obra. El padre de Mary acomodó todas las piezas en el suelo y le pasó las instrucciones a su esposa. “Léeme esto”, le pidió mientras examinaba los componentes. Instintivamente, la madre de George empezó a unir las piezas, mirando las instrucciones sólo cuando se embrollaba. A final de cuentas las tres bicicletas quedaron armadas, cada una por un método diferente.

“Aunque no se dieron cuenta, cada padre había trabajado de acuerdo con su propio estilo de aprendizaje”, comenta Rita Dunn, profesora de educación en la Universidad Saint John, en la Ciudad de Nueva York.

Agrega Ken Dunn, profesor de educación en el Colegio Universitario Queens, en la misma ciudad: “Nuestras formas de ocuparnos de la información desconocida son tan originales y especializadas como nosotros mismos, y una clave del aprendizaje es identificar y ajustarnos al estilo que nos va mejor”.

¿Cuál es su estilo? Intente el autoanálisis. Por ejemplo, ¿cuál es su forma de actuar cuando ensambla un objeto desarmado? ¿Se concentra mejor en la mañana, o en la tarde? ¿En un lugar lleno de ruido, o tranquilo? Haga una lista de todos los factores positivos y negativos que logre identificar. Después válgase de esta lista para crearse el mejor ambiente de aprendizaje.

Cualquiera que sea el estilo personal, la buena noticia es que usted puede aumentar su propia capacidad de aprendizaje, y así hacer que su vida sea más plena y productiva.